viernes, 29 de mayo de 2009

De manifestación




Estuve toda la tarde de manifestación; me acompañaba Jesús, excelente conversador y buen amigo de las cañas.

Aún recuerdo mi primera manifestación. La tarde plomiza caía sobre la ciudad antigua de Cáceres. Por la mañana, los delegados de la universidad habían charlado con nosotros en el instituto. No recuerdo muy bien qué defendíamos. Sería algo de la libertad y de la democracia, corría el año 1974 y nosotros corríamos delante unos funcionarios de gorra gris con cinta roja.

Ayer, la primaveral tarde velazqueña de Madrid no parecía invitar al réquiem. Pero todos los que allí estábamos, estábamos seguros de que algunas cosas y algunas ideas estan a punto de perecer.

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