Por otros barrios, los centros educativos de la Comunidad de Madrid tienen alumnos que no suelen alcanzar las competencias educativas que sus descorbatados profesores habían previsto.
Los directores hablan casi a diario con la policia; la patrulla de la bescam, desde sus coches del atleti, miran con frecuencia a traves del enrejado; camellos y prostitutas pasean por los alrededores buscando clientes; los proyectos educativos se almacenan, llenos de polvo, en las estanterías; los bedeles recogen en el patio jeringuillas usadas la noche anterior; los gaffitis adornan sus repintadas paredes y la calefacción no funciona todos los días.
Estamos hablando de los institutos...estrellados.